“Padre nuestro que estas en los cielos” (Mateo 6:9), con estas palabras comienza el famoso Padrenuestro. La oración modelo que Jesús enseño a sus discípulos hace más de mil novecientos años.
Millones de personas han pronunciado esas palabras repetidas veces. Pero ¿Es eso lo que Jesús enseño? ¿Se tiene que repetir infinitamente esas palabras? Al orar a Dios ¿es esa la mejor manera de hacerlo? NO.
Jesús enseño el padrenuestro porque sus discípulos se lo pidieron: “Señor, enseñarnos a orar” (Lucas 11:1). La respuesta de Jesús fue: “Cuando oren, digan” (versículo 2). Mucha gente ha entendido que cuando Jesús dijo “digan” se tenía que repetir lo mismo que él dijo, error.
Jesús les puso ‘una plantilla’, es decir un ejemplo de las cosas que podía pedir a Dios. No que repitieran esas mismas frases una y otra vez incansablemente. ¿Por qué llegamos a esa conclusión? Veamos dos ejemplos.
El primero de ello lo encontramos en el evangelio de Mateo. Mateo nos da más detalles sobre esas palabras de Jesús. En el capítulo 6 y los versículos del 9 al 13 encontramos esa oración modelo. Pero si leemos el contexto, veremos que Jesús está hablando de eso, cómo se debía orar a Dios
Allí Jesús les da instrucciones para orar de la manera correcta, “no imitando a los hipócritas”, sino de la manera correcta que él estaba indicándoles. Y entonces en el versículo 7 dice: “Cuando ores, no repitas lo mismo una y otra vez” como algunos tenían por costumbre y que “se creían que serían escuchado” por repetir las misma palabras.
Y una segunda razón es que Jesús cuando hacia oraciones, que vienen registradas en la Biblia, no repite esa que dio de modelo. Por ejemplo, en el Evangelio de Juan Jesús hace una oración donde dice: “Después de decir estas cosas, Jesús levantó la mirada al cielo y dijo: “Padre, he llegado la hora… (Lea esta bonita oración Juan 17:1-26).
En vista de estos hechos, podemos llegar a la conclusión que el “padrenuestro” es solo una ‘plantilla’ que Jesús nos dio para saber cómo orar a Dios. Saludos.